Alfa Romeo 33 TT12 de SRC

  Slot Racing Comany SL es una empresa madrileña que nace en el año 2012, fabrica en España y cuenta con empleados que trabajaron para la desaparecida Fly Car Model. Este artículo es el primero que dedicamos a este fabricante en nuestro blog y utilizamos este bonito modelo para ello.


  La primera impresión que tenemos del Alfa es su extremado detalle de reproducción, desde la perfecta definición gráfica de los patrocinadores y logos, pasando por el interior del vehículo hasta terminar por darle la vuelta al coche y ver que el chasis también presenta un acabado lleno de detalles. También es cierto que apreciamos algunos defectos de pintura pero apenas inapreciables.

  En el interior de la urna se adjunta en una pequeña bolsa el espejo suspendido para que podemos montarlo y extraerlo fácilmente cuando queramos poner el modelo en pista y no sufrir por su integridad. Destacamos también,  la ilustración que acompaña la caja expositora y que refleja del modelo real en un momento de competición.

  Realmente este modelo nos gusta por ser un clásico y porque su notable acabado le hace lucir dignamente en nuestra vitrina.

  En  cuanto a su mecánica el modelo no presenta grandes avances enfocados a la competición, podemos sentenciar que mecánicamente el modelo es muy simple: motor mabuchi dispuesto transversalmente, guía con suspensión y nada más a destacar. 

  Antes de poner el modelo en la pista y someterlo a nuestro test particular, lo abrimos para extraer el imán y, de paso, comprobar que todas las piezas de decoración y mecánicas están bien sujetas y en condiciones normales. Siempre recomendamos que al adquirir un coche de slot llevemos a cabo esta inspección porque en algunas ocasiones, espejos, antenas o alerones pueden no estar correctamente termo soldados en su ubicación, y alguna pieza "baila" y acabamos por extraviarla por el circuito. En cuanto a la mecánica, podemos encontrar algún eje fuera del chasis o algún piñón o corona en mal estado, siempre que podamos solventarlo nosotros mismos lo haremos, pero en caso de que el modelo presente alguna pieza defectuosa de fabricación, siempre nos será más fácil que el tendero nos cambie el producto por otro nuevo si éste no tiene indicios de haber rodado en pista, por tener a nuestro favor el beneficio de la duda.

  Después se nos antoja cambiar los neumáticos por otros que tienen mejor grip, sin embargo nuestra sorpresa es ver que la llanta es de ancho "especial", similar a las llantas de F-1 de otros fabricantes de slot, unos 11,5 mm, así que de momento le dejamos los neumáticos de serie porque no disponemos de otros mejores en nuestra caja de recambios.

  Ponemos el modelo en pista y efectuamos algunas vueltas de instalación antes de iniciar el cronometraje de tandas de 5 minutos, nuestra primera sensación es la suavidad con la que la transmisión engrana, sólo se oye un zumbido muy suave al acelerar a fondo, y eso que la transmisión no es plástico-plástico, sino que el piñón del motor es de metal. El modelo parece deslizarse por la pista. 

  En cuanto al comportamiento, comprobamos que el modelo tiene bastante inercia al final de rectas con lo que no podemos apurar las frenadas, y, lo que consideramos más problemático, es que el coche sobrevira de forma pronunciada y constante al acelerar a fondo al salir de las curvas debido, según nuestro criterio, a la falta de buen grip de los neumáticos, el nulo campo magnético que presentan los motores mabuchi y, por último, la disposición transversal del motor. Sin embargo, nos divierte pilotar el modelo que en contadas ocasiones nos regala algún que otro recto.

Este es el mejor registro que nos deja el modelo después de realizar varias tandas de 5 minutos:

43 vueltas marcando 6,630 segundos como la vuelta rápida.

Conslusiones:

  El excepcional detalle del modelo es indiscutible en cuanto a tampografía, colores identificando detalles de carrocería, habitáculo del piloto y el propio piloto, se refiere,  sin embargo, mecánicamente no es un coche pensado para la competición, es un coche destinado a la vitrina y, de vez en cuando, exhibirlo dando algunas vueltas por el circuito. Lamentamos la falta de reglajes en chasis y material de competición. Parece que el propio fabricante tenga planteada esta idea en su línea de producción, coches de extremo detalle que no dejan de ser maquetas de plástico motorizadas. 

  Su precio en el mercado es de 45 €, salvo encontrar alguna oferta ocasional en alguna tienda. Cada uno que valore la compra.

  Ojalá, con el tiempo, podamos ver una evolución de SRC hacia la competición poniendo en el mercado la opción de chasis con motor en línea, reglajes y material calibrado, porque en cuanto a las carrocerías, creemos que han tocado techo y las carreras serían preciosas viendo participar estos moldes con prestaciones más avanzadas.

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